Dan Price es un jefe distinto. Se desempeña como CEO de Gravity Payments, una empresa de Seattle (Estados Unidos) que procesa pagos de tarjetas de créditos.

Hace un año sacrificó un salario de más de millón de dólares para distribuirlo entre sus  trabajadores para que así estos recibieran emolumentos de más del doble.

Sus empleados, satisfechos, agradecidos, y, sobretodo bien pagos, con un dinerito extra para ahorrar, acordaron comprarle a su generoso jefe en manera de agradecimiento un Tesla Model S valorado en 70.000 dólares, el carro de los sueños de Dan Price.

El valor del carro es justo el sueldo que cada uno de los trabajadores cobra anualmente.

"Con esta cifra pueden alcanzar todos sus sueños", dijo Price en una entrevista concedida a Wall Street, en la que confesaba que cobraría lo mismo que el resto de su plantilla.

El carro lo recibió el jueves. Una de sus trabajadores dijo en un video de la entrega que ya es viral: "Hemos decidido cambiar las cartas sobre la mesa y darle su propia medicina. Es nuestra forma de darle las gracias a Dan por todos los sacrificios".